Los signos y su referencia en la comunicación

La comunicación, hasta donde se entiende, es el proceso que da lugar al entendimiento como producto de una secuencia intelectiva de enunciados o conceptos que son aceptados y reconstruidos por los interlocutores o participantes. El componente esencial de la comunicación es el signo, estudiado por tantos pensadores desde la Edad Media hasta la actualidad, teniendo como máximos exponentes a Ferdinand de Saussure y Charles Sanders Peirce.

El signo, entre sus conceptos, es lo que representa al objeto o sirve de mediador entre la realidad, el pensamiento y la experiencia; la discusión gira en torno a su papel representativo, respecto al carácter natural o arbitrario de suplantar al objeto. El comunicador social, César Gonzales Ochoa, publica en su libro "Imagen y sentido" una cita de John Locke acerca de las palabras y su referencia: "(...)aún cuando las palabras... sólo pueden significar propia e inmediatamente las ideas que están en la mente del hablante... son también señales de las ideas en las mentes de otros hombres con los que se comunican, porque de lo contrario se expresarían en vano y no prodrían comprender(...)"- (Pág.44). Las palabras, lenguaje, son el objeto de estudio preferido de la semiótica y la comunicación, puesto que el éxito de estas acciones dependen exclusivamente del signo y su mediación, como lo expresa Locke, las palabras pueden representar, no fielmente, pero sí de manera próxima al concepto abstracto o pensamiento, al oyente y al propio hablante. Sin embargo, este autor no considera que las palabras tienen una representación natural de las cosas, porque su representación es arbitraria.

Los conceptos son producto del conocimiento, es lo que sabemos de las cosas, es lo que tenemos dentro de la mente o la memoria, mientras que las palabras son construcciones que, de no conocerse por otro interlocutor, no significan nada, ni siquiera son garantía para el propio hablante, respecto a la representación de lo que él identifica en su interior. Por tal razón, las personas no reconocen, a veces, el uso de frases o palabras utilizadas en el pasado, negando lo sostenido. Lo mismo ocurre con una mentira espontánea, el concepto o imagen interna del evento no existe, a causa de ello, la persona no puede acceder al pensamiento, una y otra vez.

Las palabras son instrumentos de transmisión, pero no son la esencia de la comunicación, sólo permiten expresar, como una forma más, los pensamientos. La comunicación no es sólo hablar y escuchar, es más. El objetivo es comprender el uso de los signos y sus referencias, es decir, a qué cosa se refiere o qué representa, para luego analizar su lógica e intención. 

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