Tener una mala pareja, es tener mala salud

En numerosos consejos, para elegir a la pareja, se resaltan ciertas características primordiales que, para los padres o personas interesadas en aconsejar, son importantes para el bienestar emocional. Los consejos van acorde con la edad de la persona, para el adolescente el consejo se engloba en: "Que te haga feliz, pero no descuides tus estudios", aunque a partir de esta generación se agrega: "Que te haga feliz, no descuides tus estudios y no te embaraces o no la embaraces". Sin embargo, cuando se trata de alguien mayor, la frase es: "Que te dé estabilidad, que sea sincero y que te quiera".  

Ahora aparece el factor económico, no quiero pensar que la mayoría de padres al expresar estos consejos reflejan, en su conducta verbal, el temor causado por malas experiencias amorosas o desengaños. Este tipo de reacciones son normales en personas que han pasado por relaciones negativas llenas de desatención, abusos, maltratos psicológicos o la, tan dolorosa, indiferencia emocional, ya sea porque alguno de los dos tiene el tipo de apego evasivo o ansioso, ocasionado por su carente niñez -como se explica en la columna anterior -.
Una relación incomunicada, llena de peleas o problemas, genera un menoscabo en la salud de los participantes, se ha demostrado que las discusiones aumentan la presión sanguínea y disminuye la función inmunitaria durante varias horas, y es más intenso el daño cuando la discusión se prolonga. Esto deja como conclusión, que el sistema endocrino sirve como puente de conexión entre las relaciones personales y la salud, porque desencadena hormonas ligadas al estrés, que pueden llegar a impedir el adecuado funcionamiento de los sistemas inmunitario y cardiovascular. Lo peor de todo, es que todos estos males se van acumulando en tanto más peleas existan, ocasionando el deterioro de la salud a largo plazo.

Para confirmar los resultados de la investigación, se realizó una segunda con personas de edad avanzada, en ella se confirmaron las consecuencias del menoscabo de los sistemas inmunitario y endocrino; siendo mayor el daño, cuanto mayor es el disgusto. Cosa que para una persona de edad avanzada, es fatal, por ello, se recomienda no sostener relaciones interpersonales hostiles con personas de tal edad, porque pueden ocasionarles problemas muy graves para la salud.

La contraparte es que el deterioro de las funciones de estos sistemas disminuye con parejas más comprensivas, es decir, que el hecho de que uno de los dos no explote o ataque, contribuye con la preservación de la salud. Entonces, el mantener la comunicación en la pareja, es mantener la salud de las personas implicadas. Con este argumento científico se demuestra que la comunicación cura, que es saludable comunicarse. Entonces, ¿por qué las Ciencias de la Comunicación no están dentro de la medicina?, ¿por qué no estamos en los hospitales trabajando como lo hacen los psicólogos?

Nos damos cuenta de lo importante que es la comunicación para la salud y la felicidad. No es el factor económico, sino el hecho de sentirse feliz y comprendido lo que nos brinda satisfacción y buen semblante.
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Mensaje de OVO

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