Las técnicas para la lectura del lenguaje corporal, de detección de mentiras y microexpresiones, son más que un tema interesante que aporta la ciencia. Son más que un libro o una conversación interesante. Es un manual para la vida, porque ¡Te la puede salvar!
En nuestro servicio de talleres, cursos y charlas brindamos el servicio de instrucción sobre este conocimiento. Sin embargo, no podemos decir que existe un gran interés para aprender este tipo de técnicas, no podemos determinar la causa, pero sí podemos interpretar el porqué de la apatía. Algunos consideran que lo saben todo o que simplemente dicha información no es importante para su vida, se parece mucho a la situación con los psicólogos y sus terapias, las personas tienden a responder cosas como "¿Terapia para qué? ¿Tú me vas a dar terapia a mí?".
Al parecer las personas relacionan la palabra terapia con la existencia de un problema -lo cuál significa que existe un culpable y, ¿a quién le gusta sentirse culpable?- es decir, que hay algo que necesita ser resuelto, lo cual demanda tiempo. Lo que es de menor agrado para muchos son las terapias de pareja o el aprender técnicas para empatizar, sobre todo para los "machos, bien machos", porque el sentir que otra persona sabe más que ellos es humillante. "¡A mí! ¡El que lo sabe TODO, me van a decir cómo debo de conectarme verbal y no verbalmente con mi esposa o hijo(a)! ¡Háganme el favor!"
Otro factor es el hecho de que las personas no tienen insertado en su repertorio de comportamiento la prevención, sólo la acción de emergencia por la solución de algo. A pesar que existen lamentos posteriores a la acción por presentarse demasiado tarde.
En el caso de los robos, por ejemplo, que se ocasionan en cualquier momento, son producto del despiste de alguien, y el aprovechamiento de otro. Tomemos por un momento a la persona que se considera muy buena en su trabajo, domina su día a día, su rutina, su automatización, su experiencia es ver y analizar TODO lo referente a su entorno laboral. Sin embargo, quién no reconoce que el robar es para los ladrones un trabajo, es un ingenuo.
Los ladrones que se suben al carro, por ejemplo, tienen una actitud, una expresión, ansiedad... Sienten emociones, salvo que sean psicópatas. No todos lo son, a la prensa le encanta este término para englobar todo, pero no siempre lo son, algunos se basan en una racionalidad para no sentir culpa de sus actos, la más común es: "Te robo, porque yo no tengo y a ti te sobra". Y si te matan: "¿Para qué te opones? Si lo que hago es algo justo".
Ellos -como seres humanos que son, al igual que tú- crean sus signos y significaciones; desarrollan su propia capacidad de observación y significación; su lectura del lenguaje corporal, al igual que su lectura de expresiones faciales. Obviamente, las características encontradas en sus víctimas se van perfeccionando a lo largo de la experiencia.
Los ladrones de más experiencia se dedican a organizar robos de mayor complejidad, porque se han preparado. Mientras que tú, como vives en tu mundo donde crees saberlo todo, no te das cuenta que tienes a un persona que está leyendo todos tus movimientos, y ganándose tu confianza. Así es como se producen los robos a los hogares. Alguien "suelta el dato", el asunto es saber ¿Quién? ¿Cómo saberlo? ¿Mirándole la cara?... ¡Claro que sí!
La autoridad encargada de investigar los robos actúan después de perpetuado el mismo, no antes. Es decir, depende de ti prevenirlo, ante la autoridad, para acusar, necesitas pruebas, para prevenir, sólo necesitas saber observar y preguntar.
No hay medida 100% segura, no hay "karatazo" que sea súper certero, no hay arma que se dispare sola, no hay nada que te garantice la vida. Pero, sí está en tu posibilidad y alcance, el aprender más técnicas para protegerte de las malas intenciones de las personas.
El lenguaje corporal y gestual son el reflejo de las verdaderas intenciones. Puedes verlas sin que se den cuenta los demás. Cuando hacemos consciente ello, pensamos en retrospectiva "¿Cómo no veía lo que ahora me parece tan obvio? Es tan fácil.". Todos tenemos nuestro "cuarto de hora", pero si eres un experto en estas técnicas de identificación, tu "cuarto de hora" se transforma en un "cuarto de segundo".
Depende ti mismo, de nadie más.
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