Comunicación es salud para su vida

Un mal que caracteriza a muchas sociedades latinoamericanas, es la incapacidad por prevenir hechos que atenten contra la salud. Se desconoce cuál sea la razón -aunque es difícil que sea la misma para todos- que detiene el accionar preventivo. Como profesionales de la comunicación, nos preocupamos mucho por la estabilidad mental, que es donde se origina la comunicación o la incomunicación.

Un problema de comunicación  puede desencadenar muchos conflictos psíquicos, porque significa que la persona se encuentra privada de la capacidad para conectarse con otras personas, es decir, priva su vida de entendimiento. Tal vez no se considere, este problema, algo que deba tratarse con urgencia, puesto que las consecuencias son silenciosas, quizás algunos piensen que el dedicarle tiempo a esto, es perder minutos valiosos, pero se equivocan. La comunicación brinda la oportunidad de estabilizar el sistema inmunológico, prevenir problemas del corazón y circulación; uno se evita andar por la vida discutiendo y aislándose de manera paulatina de los demás. 
Nosotros, como seres humanos, nos importa mucho vivir en sociedad, pero -como no nos gusta vivir en incertidumbre- ante un problema o conflicto con alguna persona, nuestro cerebro se encarga de completar, con interpretaciones, las situaciones de incomunicación, culpando a la otra persona o minimizando las causas. Por ejemplo, si identificamos un conflicto con alguien, pensaremos en el porqué de ello, y depende de nuestro YO, decidir cómo abordar dicha problemática. Algunos se obsesionan, no dejan de pensar en el problema; otros simplemente lo dejan pasar, actúan como si nada pasara; y otros ni lo notan, nunca detectaron el problema. Los mecanismos de defensa hacen que la mente cree una respuesta sobre el porqué del problema.  Pero, ¿quién asegura que la respuesta no es distorsionada por el YO?   

Partiendo desde la premisa que si alguien identifica un conflicto con otra persona, porque el problema es manifiesto, entonces el problema sólo es el resultado de una cadena de situaciones conflictivas. Indiferente sobre cuál sea la razón o el porqué, como seres humanos,  estamos llenos de costumbres, hábitos, significados subjetivos, etc. es decir, podemos ser ofendidos con facilidad, basta que alguien no identifique cuán importante es lo que diga o haga para uno, y listo.

Aunque, lo más probable es que uno piense lo mismo de manera inversa, como hablante. Es decir: "Yo hablo eso y me parece increíble que el otro no lo entienda así". El conflicto es sobre quién debe ceder.

Es muy probable que la situación impersonal de la columna nos traslade hacia una escena entre dos personas ajenas o distantes emocionalmente, pero si digo que dichas personas son esposos o pareja, la situación problemática toma relevancia. Pero, es lo mismo, el vivir en la incomunicación sólo nos hace más intolerantes, la habilidad de iniciar el camino hacia el entendimiento, es algo que practicarse, no es sencillo llegar a un entendimiento. 

Algunas personas creen que, a pesar que nunca practican el proceso de llegar a un entendimiento con los demás, tienen una excelente comunicación con su pareja o esposa(o). Lamentable, no es así. Eso tiene que cambiar.    
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Mensaje de OVO

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