¿Cómo te perdono?

Aquella frase "da la vuelta a la página" es tan nefasta como continuar resentido o disgustado por algún motivo durante mucho tiempo. Cabe recordar que el cerebro jamás acepta algo que no entiende, para ello, la mente inventa un sin fin de probabilidades -antes hemos presentado los tipos de apego emocional-, y es en esta fase donde predominan las características de la personalidad.

Un narcisista piensa que la otra persona le debe respeto, cariño, atención, obviamente, sin ser recíproco. Este tipo de personalidad tiende a culpar al otro de los problemas, a justificar sus errores con engaños o, peor aún, a idear historias fantasiosas de conspiración... este tipo de apego es propio de una persona ansiosa. Esto significa que vive con miedo, angustia y distress; le cuesta entender a la pareja.

Dentro del apego ansioso también se encuentra a los depresivos y obsesivos; los primeros, se culpan por lo sucedido de manera rigurosa o, en caso se mezcle dicha característica con el narcisismo, piensan que ellos no merecen lo que les pasa, porque no cometieron ningún error, y la vida es injusta. En el caso de los obsesivos, la culpa no sólo es de la otra persona, sino que alguien está detrás de todo o, peor aún, la otra persona se dará cuenta de su error y volverá, porque reconocerá cuánto valor tiene lo que abandonó.
Si alguien "da la vuelta a la página" sin reconocer los errores propios en la relación, entonces no está perdonando nada, sólo está reprimiendo o posponiendo las consecuencias para una nueva relación. Es decir, por no asumir la responsabilidad de madurar las emociones, porque cuesta y duele, prefiere huir del problema y, posteriormente, asumir las consecuencias en una nueva relación.

Una mente está dispuesta a perdonar cuándo comprende racionalmente lo sucedido -disminuye la acción  de las vías inferiores del cerebro (la zona emocional) para el predominio de la acción de la corteza cerebral-. Si alguien se niega a realizar este trabajo, la emociones serán las encargadas de generar, mediante sensaciones viscerales, la recreación de los hechos. En el libro de Daniel Schacter "Los 7 pecados de la memoria" se encuentra la llamada "atribución errónea", que describe la acción de una persona que cree, y asegura, recordar algo al detalle, sin embargo lo que recuerda es la asociación, que produjo al utilizar los sentidos para registrar el hecho.

¿Cómo perdonas? Primero, cálmate, luego piensa lo más racionalmente posible, se crítico, pero también autocrítico, intenta conectarte con las emociones de la otra persona, "ponte en sus zapatos" (qué sentirías si te sucedería algo parecido). Un secreto para reconocer las emociones ajenas, sin entrenamiento profesional, es reproducir el gesto de la otra persona utilizando las neuronas espejo, porque al hacerlo se activan las zonas neuronales que la otra persona usó, de manera involuntaria o voluntaria, al proyectar el gesto.    

Hay que ser cautelosos al tomar consejos tajantes como el "dar la vuelta a la página", porque es muy probable que se tome lo que uno desea escuchar, y no lo que desea hacer.
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Mensaje de OVO

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